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-Noticias de armas




EL COLECCIONISMO DE ARMAS HISTORICAS DESAPARECERA EN ESPAÑA





La Guardia Civil aplica restricciones que hacen perder a estas piezas su valor de mercado.
La aplicación arbitraria por parte de la Guardia Civil de un nuevo criterio para definir las armas históricas ha supuesto, en la práctica, la paralización total del comercio de estas valiosas piezas, según denuncian a LA GACETA los coleccionistas agrupados en la Asociación Nacional del Arma de España (Anarma).
El Real Decreto 976/2011, de 8 de julio, por el que se modifica el Reglamento de Armas, define el arma histórica como “arma de fuego que se signifique especialmente por su relación con un hecho o personaje histórico relevante”.
La definición no tendría mayor relevancia si, como se ha hecho hasta ahora, se aceptara el criterio de los historiadores –pertenecientes al Museo del Ejército u otras instituciones acreditadas– que presentan los informes en los que se pide que se reconozcan las armas como históricas. El problema es que la Guardia Civil ha decidido unilateralmente restringir este criterio.
El 21 de diciembre de 2011, la Comisión Interministerial Permanente de Armas y Explosivos (CIPAE) decidió que “cuando dicha definición se refiere a la relación del arma de fuego con un hecho histórico, se entiende que tal hecho debe ser singular e individual, como por ejemplo un magnicidio, o haber pertenecido el arma a un personaje histórico acreditado como relevante, no considerándose hechos históricos los hechos generales como una guerra o revolución”. Este criterio ha paralizado por completo la compraventa de armas históricas en España, según Anarma, que de todas formas evaluaba en unas 20 las piezas de este tipo que se vendían al mes en nuestro país.
Inutilizadas
Las armas anteriores a 1890 están consideradas históricas por tratados internacionales. Pero las posteriores a las que afecta esta interpretación –las de las dos Guerras Mundiales o la Guerra Civil Española– han perdido de golpe su carácter histórico, y con ello su valor. Según Anarma, la Intervención Central de Armas y Explosivos (ICAE), responsable de la génesis de esta aplicación restrictiva del decreto de 2011, ya ha rechazado un informe en el que se solicitaba catalogar como histórica un arma Luger de la Primera Guerra Mundial, cuyo valor de mercado ronda los 30.000 euros.
Cuando un arma no consigue ser catalogada como histórica, no puede inscribirse en el libro de coleccionista de su propietario y, por tanto, debe ser inutilizada, perforándose su cañón para que no dispare, cortando partes de la empuñadura y la corredera. De esta forma, el arma pierde todo su valor.
En las armas que se acepten como históricas, la ICAE puede ordenar un retromarcaje con el nombre comercial de su fábrica, con lo que pierden su valor y en el extranjero son catalogadas como falsas por tener dos marcas.
En España unas 7.600 personas tienen libro de coleccionista. A pesar de que para restringir la posesión de armas se esgrime la “seguridad” como argumento, la Guardia Civil no supo informar a LA GACETA sobre ningún delito reciente en el que se haya utilizado este tipo de arma.
De acuerdo a Marcel Salmans, directivo de Anarma, “las armas de personas importantes en la historia son muy caras. En las subastas internacionales se ven a precios entre 50.000 euros y un millón de dólares, lo que significa que en España se acabó el coleccionismo de armas históricas posteriores a 1890”

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