-Automatas

AUTOMATAS

INTRODUCCION

Grandes pensadores y artesanos del Renacimiento tenían una confianza inquebrantable en la capacidad del hombre para entender y manipular el mundo natural. Un puñado de mavericks incluso intentado replicar los procesos de la vida a través de máquinas conocidas como autómatas. Entre los primeros ejemplos documentados fueron máquinas para divertir o rendir homenaje a los poderosos líderes del día. Maximiliano que supuestamente fui recibido por un águila mecánico: la obra del astrónomo Johannes Müller – a su llegada a Nuremberg en 1470. Leonardo da Vinci diseñó un León para Luis XII, y el relojero Gianello della Torre hizo un número de pie y cantando las maquinas para desviar y deleitar a Carlos V. Quizás el autómata más notable hecho nunca fue Canard Digérateur Jacques de Vaucanson, o el pato de digerir. No sobrevivio, pero los relatos de la época hablan de un ave de corral mecánico que podía comer, digerir y excretar el grano. Solo las alas de la criatura,contenían alrededor de 800 piezas móviles, y maravilló a audiencias a lo largo de la Europa del siglo XVIII.
La edad de oro de autómatas llegó en el siglo XIX, impulsado por el desarrollo industrial y el apetito público por la novedad. Avances tecnológicos condujeron a una reducción significativa en el costo de la construcción de juguetes mecánicos y fueron producidos en masa por primera vez. Los fabricantes produjeron muchas variaciones, incluyendo músicos, artistas de circo, carros tirados por burros y pájaros enjaulados que exhibian todo tipo de movimientos ingeniosos. Muchos de los mejores talleres fueron agrupados en el distrito de Marais de París, a menudo utilizando partes procedentes de fabricantes de juguetes franceses conocido como Jumeau. Alexandre Theroude, Leopold Lambert y Gustave Vichy estuvieron entre los mejores exponentes de su oficio y autómatas teniendo invariablemente estos nombres de comando hoy grandes sumas de dinero.


 Coleccionistas pagarán precios muy altos por los mejores ejemplos, especialmente si están en buen estado. Los autómatas pueden ser muy caros de restaurar, debido al grado de experiencia y la cantidad de tiempo necesario para hacer y ajustar las pequeñas ruedas dentadas, ruedas y resortes que impulsan sus mecanismos. Especímenes con movimientos inusuales o divertidos a menudo contaran con una prima, como autómatas vestidos con ropas especialmente finas o grandes piezas compuestas por muchas figuras que interactúan entre sí. Los precios van desde alrededor de 200 euros para una producción masiva de piezas europeas o estadounidense desde principios del siglo XX, a más de 2.000 euros de un ejemplo más complejo victoriano , especialmente uno capaz de elevar una sonrisa. Autómatas raros que datan del siglo XVIII o principios aparecen en el mercado con poca frecuencia y pueden obtener  10.000 euros o más.